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Material sensible

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Material Sensible, 2018. Cera, mármol, hierro, aislante térmico, cerámica y papel insolado. 

Fotografía: Claudia Ihrek

Material sensible (2018) es una instalación compuesta por distintas piezas escultóricas que surge a partir de una relectura de la historia del edificio en el que está contenida: el patio del Convento de Santa Inés, en Sevilla. 

 

El convento es un complejo arquitectónico, cerrado al resto de la ciudad, que desde su fundación (en 1374) hasta la actualidad ha sido habitado ininterrumpidamente por monjas de clausura —tal vez, uno de los grupos humanos en los que la identificación entre cuerpo, vida y arquitectura resulta más estricta y radical—. Este conjunto es uno de los conjuntos mudéjares más importantes de Sevilla. Sin embargo, el estado de deterioro en el que se encuentra  (como consecuencia de la desatención por parte de las instituciones públicas en su mantenimiento), y los rastros de los continuos arreglos y soluciones que las monjas han ido aplicando a lo largo del tiempo, lo convierten en una arquitectura frágil, orgánica y llena de suturas y cicatrices.

 

A partir del estudio de los materiales y procesos de transformación —social y física—del espacio, en este proyecto se trata de reconstruir una historia material, sensible y en continuo estado de cambio. 

 

Material sensible, nos devuelve otra posible historia del edificio a través de una relación diferente con sus materiales: el hierro, el mármol, la cera, la piedra o la cerámica son arrancados de sus formas y funciones originarias para ser desplazados hacia otras nuevas: fragmentos de rejas construidas con cera, naranjas cubiertas con parafina, piezas de mármol que salen del suelo y sirven como soportes, etc.

 

Además, todos estos materiales, expuestos a diferentes fuerzas (luz del sol, humedad, calor, deterioro biológico…), sufren diferentes transformaciones y tienen diversas temporalidades: por un lado, los que son altamente sensibles como la cera o los elementos orgánicos padecerán más rápidamente las consecuencias climatológicas mientras que los que son más resistentes, como el mármol o el hierro, permanecerán casi inalterables el tiempo que dure la exposición.

 

Así, Material sensible se convierte en un receptáculo de tiempos heterogéneos, planteando una relación entre el tiempo vital — el tiempo biológico de quienes hoy habitan el espacio y quienes lo han habitado en el pasado—, el tiempo histórico —el de las transformaciones arquitectónicas y técnicas que ha sufrido el edificio a lo largo de su historia— y el geológico —el tiempo de los propios materiales utilizados para su construcción—, con el objetivo de conectar el presente con la historia, y al visitante con el espacio y el tiempo de la exposición, entendiendo a este último, en continuo estado de cambio.”[1]

[1] Texto del catálogo de la exposición Ante el tiempo.Micro-relatos de resituación, escrito por Blanca del Río, comisaria de la exposición.


Exposición: Ante el tiempo. Micro-relatos de resituación

Comisariada por Blanca del Río

Sala de exposiciones Santa Inés, Sevilla

20.10.2018 - 05.01.2019

Fotografías: Claudia Ihrek

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